martes, 17 de febrero de 2009

Wilfredo

¿-897

Conde de Barcelona desde el año 878, muerto en el año 897, a causa de las heridas sufridas en la batalla de Aura contra los musulmanes. Era hijo del magnate de la casa de Carcasona, Sunifredo. Con él se inició la fundación del linaje de los condes de Barcelona. Wifredo se casó con Winilde, que era la hija del conde de Flandes, Balduino V.

A partir de la década de 820-830, el gobierno de los condados catalanes fue encomendado por la dinastía carolin
gia a nobles francos, los cuales delegaron el gobierno de la región a señores nativos. Gracias a la paulatina descomposición de la autoridad real de los carolingios, construida por Pipino el Breve, diversos señores catalanes aprovecharon el momento para arrebatar poder y jurisdicciones señoriales sobre las tierras catalanas.

Dividido el imperio carolingio, Carlos el Calvo (840-870), en su intento por restablecer una autoridad, nombró a Sunifredo gobernador de Urgel-Cerdaña y de Barcelona-Gerona. Al morir Carlos el Calvo, Luis II el Tartamudo ratificó en su puesto al hijo de Sunifredo, Wifredo el Velloso. El monarca francés amplió los dominios de Wifredo concediéndole definitivamente los condados de Barcelona, Gerona
y Osona, en premio a la ayuda que le prestó al suprimir una revuelta de nobles catalanes contra la autoridad del rey franco. Wifredo, con estos títulos, aglutinó en torno a él el núcleo catalán más importante y coherente de la llamada Marca Hispánica. Lo primero que se propuso Wifredo fue repoblar la Cataluña Central, devastada después de la revuelta antifranca. Para ello utilizó la fórmula denominada de Aprissio, llevada a cabo por familias montañesas y dirigidas por magnates, a las órdenes de Wifredo. También acometió la organización de los territorios, restaurando la sede episcopal de Vic, y fundando el monasterio de Ripoll. Todas estas medidas alarmaron a los musulmanes de Lérida, los cuales vieron cómo se establecía un núcleo poderoso cristiano a su lado. Los musulmanes atacaron las posesiones de Wifredo, por lo que nuevamente se despoblaron los territorios. Además Wifredo encontró la muerte en el año 897.

La importancia histórica de
la figura de Wifredo es fundamental, por cuanto puso las bases de la futura Cataluña. Wifredo siempre se mantuvo fiel a los soberanos franceses, limitándose a llevar a cabo las prerrogativas que le confería el título de conde. Sus descendientes se aprovecharon, unas veces por voluntad propia, otras por afortunadas circunstancias, de la situación que les permitió mantener siempre unidos los territorios. Con la muerte del rey ilegítimo franco, Odón, en el 898, los hijos y nietos de Wifredo todavía reconocieron a los decadentes reyes franceses como sus señores, aunque más de una manera nominal que fáctica. La posterior unión con el reino de Aragón (siglo XII) no hizo sino ampliar, aún más, las bases territoriales de los condes de Barcelona, convirtiendo el condado en hereditario y con una situación política idéntica a la de los monarcas peninsulares.

Con la subida al condado de Sunyer, hijo menor de Wifredo, en el 912, se instauró definitivamente la Casa de los Condes de Barcelona, linaje hegemónico en la Cataluña Vieja.

Fuente: Wikipedia
EUM

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