miércoles, 31 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 9

El perdón


El ultimo día del año, otro año más, un día menos para que acaben las Navidades, unas navidades menos, tan lejos de Dios y tan cerca de la Puerta del Sol donde posiblemente esté la causa de mi fobia pascual, gente dando gritos y empujones y estando muy muy contentos sin saber porque. Pero es momento de recuerdos, de traer hacia delante todo lo que ha ocurrido este año y  hacer un aquelarre para que solo se quede lo bueno y olvidemos lo malo. Para comenzar el año como si acabaremos de nacer, tam quam tabula rasa, como decían los clásicos, ligeros de equipaje, desprovistos de taras, de fardos de dolor que hemos ido acumulando, nada, hoy seremos libres para empezar a acumular desde mañana mas razones para que seamos infelices (o felices) las próximas navidades. Pero disfrutemos de esa tregua que da la noche del primer día del año, llenemos ese momento de buenas intenciones y de deseos, que ya pasado mañana o al otro algo pasara que nos quite las razones, o quizás no, porque este año va a ser distinto y nada ni nadie os va a quitar lo único que sin tener precio tiene el más alto valor, la ilusión. Este año va a ser distinto para todos vosotros que leéis esto, si lees esto y lo repartes a 200 personas habrá 200 personas mas que no se lo crean, pero al menos mi deseo es que el próximo año sea el mejor año de todos vosotros.



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lunes, 29 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 8

El deterioro

He hablado yo aquí al exponer las tristes razones para mi fobia navideña de ese villancico mítico, americano pero mítico, cantado por la bella Mariah (léase Maraia) Carey (léase igual) y de nuevo la traigo a colación porque me viene al pelo. Otra de las causas por las que la Navidad no me gusta nada es porque en este época todo el mundo se pone a hacer balances y resúmenes, que fíjate que parece que fue ayer y otro año, que mira que corto se me ha hecho, que ya no está con nosotros nosequien, que si estas más gorda, que si estas mas viejo, que así empiezan nuevas y viejas pendencias. Son las fechas de la visibilidad del deterioro, se muy bien que no se produce en estas fechas, que posiblemente sea fruto de muchos meses y muchos años, pero es ahora cuando nos damos cuenta, quizás porque tenemos más vida social, quizás porque somos mas locuaces debido a los espirituosos, no lo sé, pero se ve el deterioro y se ve mucho. Así las noches pueden convertirse en tristes por la falta de alguien o violentas por la susceptibilidad de alguien, cosa que está muy mal. La canción y su intérprete son el mejor ejemplo. La misma canción, la misma voz (bueno la misma persona mejor dicho) pasados unos años y unos cientos (o miles) de millones de dólares más. Algo falla, no es lo mismo, pero eso no sería resaltable, el problema es que es peor. Cabe decir que Mariah (léase Maraia) pidió disculpas por esta ejecución realizada en el Rockefeller Center de Nueva York a principios de este mes de diciembre, pero todos supimos que la cosa había cambiado, que se había hecho visible algo que todos sabíamos, que la frescura y la belleza habían desaparecido de la voz de Mariah (léase Maraia). De lo demás no opino porque puede verse y además no soy un grosero, pero esta no es mi Mariah (léase Maraia) la que tantas alegrías canoras me dio y este es el deterioro que siempre se hace visible en la Navidad. Navidad, horrible Navidad.




P.S.

Si el protector ortográfico me ha jugado una mala pasada y en alguna o algunas ocasiones ha puesto María en lugar de Mariah entonce léelo como te salga de los yahoos

martes, 23 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 7

El engaño

Inauguraba yo este aquelarre navideño con un vídeo de la bella Mariah Carey (recordar leer Maraia Carei) joven ella cantando la canción de Navidad de más éxito hasta el momento. Era un vídeo, que hoy también traigo aquí, en blanco y negro y con ciertas curiosidades que me vienen piripintadas para mi argumento de hoy. Podemos ver a una Mariah jovencita, con un minivestido en el vídeo oscuro pero que ya digo yo que es rojo, sus bellas piernas ataviadas con unas botas blancas y su linda cara lanzando esas notas que conforman un villancico pop, el primero de una larga serie. Junto a ella hay un trio de ciudadanas de color, que parece mismamente que Pepón Nieto se haya vuelto a travestir y se ha traído un par de primos para hacerle los coros de Mariah. De cada una de las componentes del trio al que llamaremos trio Pepón Nieto podrían salir tranquilamente tres Marías Carey de aquella época, pero eso no es lo importante, lo importante es su coreografía. Parca en recursos, recia en su tratamiento, vamos que se limitan a mover un pie de vez en cuando para justificar el sueldo del coreógrafo. Junto a ella y a modo de lo que su época se llamaban gogó girls dos jóvenes con las mismas botas blancas y con el vestido del mismo estilo de Mariah pero de la sección de tallas especiales se mueven como si acabaran de tomarse su medicación, por lo que se ve bastante fuerte. Lo mismo levantan su pierna de cortador vasco de troncos como se contonean como si hubieran recibido una descarga eléctrica de muchos megatones, es impresionante el cuadro creado entre la dulce Mariah, el trio Pepón Nieto y las dos bailarinas a las que llamaremos las Iberdrola. Pero ¿que resulta de ese cuadro? Que Mariah parezca más joven, más guapa, más esbelta, mejor, no es que Mariah este mal, no, es que al poner a su lado elementos reafirmantes ella parece mejor, y eso es la Navidad. No toca la lotería, lo importante es la salud, no hay para besugo, gente habrá que no tenga ni para comer, los regalos de Navidad son los del año pasado o un vale para las rebajas, no nos falta de nada peor están los del 4º. Es otro engaño de la Navidad que como ya vemos es una terrible época del año.


lunes, 22 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 6

La publicidad

Las cosas han ido muy deprisa en los últimos tiempos. Los ancianos del lugar, es decir  todos aquellos con edad superior a los 25 años, recuerdan que hubo un tiempo que no había ordenadores, ni internet, ni teléfonos móviles, vamos que era otra civilización mas arcaica, mas chunga dicho esto en términos generales. Hemos avanzado mucho, o atrasado que bajo todo punto de vista puede verse, y gran parte de este éxito, de este salto tecnológico espectacular es gracias a los publicistas, a los que crean anuncios que cautivan, que te venden cosas que no necesitas para las que no tienes dinero con que pagar. Así en el año 99 nos pusieron a este monstruoso niño (ya hablaremos de los niños) que repetía a la saciedad su felicitación navideña. Ese año aún no se habían descubierto los teléfonos inteligentes y por tanto lo que se vendían eran teléfonos tontos, casi tan tontos como los que pagaban las tarifas que imponían los listos que siguen siendo los mismos. Esas tarifas las pagábamos todos, así que el número de tontos era importante.





Pero mucho antes también los publicistas se dirigían a los tontos, en este caso a los de la variedad pastelón, con esta cancioncilla mas densa que unas natillas pero que conseguía su objetivo, sentirse culpable en navidad. Aquella llamada que no hiciste, aquel amigo que olvidaste, poco tiempo dedicado a los abuelos….




No se cómo hilar estos dos anuncios con lo que le pasó a un amigo mío de Matalascabrillas del Duque, rural el, desde hace años, cuando ve los anuncios navideños, concretamente  el primer anuncio navideño, pronuncia un sonoro: “Me cago en la Navidad” que con distintos tonos, timbres y situaciones repite sin descanso hasta el 8 de Enero. Esa es su manera de superar estos días que yo no logro superar

viernes, 19 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 5

La soberbia

Esto no es necesariamente un problema navideño, es realmente un problema eterno, los políticos se han hecho viejos, deben muchos favores a mucha gente y les falta la frescura necesaria y la humildad conveniente para solucionar problemas en vez de generar otros nuevos. Alguien debería explicarles hayamos o no votados nos representan a todos y sus políticas, sus decisiones deben ser en favor de todos y no de unos cuantos, sean esos cuantos quienes sean. Pero como es Navidad y apelando de ese espíritu del que carezco he hecho este video con sus fotos para verlos en una actividad en la cual no solemos verlos, es decir en su variedad seres humanos, esperemos que cambien y que lo hagan antes de que nos caigamos por el precipicio. Yo le pido dos cosas al espíritu de la Navidad, que nos de los políticos buenos si los hubiera y si no fuera posible que avise al último que apague la luz. Amen.



jueves, 18 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 4

Desigualdad


Esa gran diferencia que se ve, que se palpa. Esa distancia entre las personas que crece con la Navidad. Yo ya no recuerdo la última vez que comí angulas, es mas dudo que haya comido angulas alguna vez. Y sin embargo estoy seguro que en algún oscuro rincón de un despacho ministerial, en una residencia oficial o en un palacio alguien, mas de uno quizás, se van a poner hasta el culo de angulas. Esas son las desigualdades que se agudizan en estas fechas. Hay diferentes desigualdades, todas odiosas, y aquí traigo este botón, él uno de los compositores que mas canciones de amor y mas embarazos no deseados ha producido, ella un pibonazo. Les une que ambos son cantantes, que ambos son muy conocidos y que ambos tienen una larga vida sentimental que discurre por caminos distintos (digo yo). Pero les separa esos centímetros, apenas nada, una distancia que en altura provoca ese tremendo desnivel generacional, vertical y total. Si a eso le unimos que a don Armando a pesar de los años se le nota que no ha rebajado su mayor afición aunque los recursos si hayan menguado, hace que el pibon sea totalmente consciente en el minuto 2:18 del vídeo, haciendo como si fuera casualidad, que a don Armando se le desvía su mano hacia el culo de doña Susana, mano que reposa unos segundos, nada, en dicha parte anatómica. Un poco después doña Susana le mira como diciéndole que te crees que me voy a creer que es casualidad y ambos se funden en una sonrisa cómplice pero alejada, y es que las Navidades alejan mucho los deseos de las realidades y no pueden ser buenas porque sacan de nosotros nuestras mayores diferencias y deseos inconfesables.


miércoles, 17 de diciembre de 2014

Algunas razones por las que llevo lustros odiando la Navidad / 3

La violencia

Estas imágenes tienen dos posibles versiones, una que Minnie y el otro ratón estaban hasta el moño del calvo y han optado por darle una mano de leches aprovechando la navidad o bien que el autobús de donación de sangre que se ve al fondo está utilizando una nueva técnica de extracción consistente en no utilizar agujas y tomar el líquido elemento del suelo y a paladas, nunca se sabe. El caso es que las agresiones se producen en estas fechas y más en ese lugar mítico donde se celebra la salida del año. Los personajes de Disney, un torero, diferentes personajes de la vida cotidiana se dan cita allí para socializar a base toma este mamporro, pilla este gancho de izquierdas. Pero sin mal rollo, en el fondo se pegan como un baile tribal inspirado en las películas del oeste americano. Estos no son hombres de buena voluntad, pero me reafirman la teoría de que la Navidad no es buena, que nada bueno puede salir de aquí.