lunes, 16 de febrero de 2009

Ordoño I

821-866

Undécimo rey de Asturias desde el año 850 hasta la fecha de su muerte. Nacido probablemente en Oviedo en el año 8
21 y muerto en esta misma ciudad el 27 de mayo de 866, Hijo de Ramiro I ocupó el trono astur a la muerte de su padre en el año 850, tras haber ocupado el puesto de gobernador de Galicia.

De este modo hay que señalar que Ordoño desde su adolescencia debió acompañar a su padre, probablemente con el fin de familiarizarse con el funcionamiento de las distintas instituciones y sobre todo en los complicados engranajes que conformaban la vida de la corte. Así gracias a su gran preparación, su padre le encomendó que se hiciera cargo de las funciones de gobernador mientras él acudía a las Vardulias en el año 842, para contraer matrimonio con la que sería su segunda esposa, Paterna. Mucho cambió entonces la vida del joven, puesto que poco tiempo después se conoció la noticia de que Alfonso II había muerto en Oviedo, por lo que todo parecía indicar que la proclamación de Ramiro sería inminente. Desafortunadamente para Ramiro el encontrarse alejado de la corte en el momento del fallecimiento del monarca, estuvo a punto de truncar sus aspiraciones, ya que un noble llamado Neopocioano, contando con el apoyo de un grupo de notables, se hizo proclamar rey de Asturias. Ordoño debió participar en las tareas para organizar el ejército que su padre pretendía utilizar en contra de Neopociano, aunque no marchó junto a él, sino que se quedó en Galicia, ocupando el mencionado puesto de gobernador, puesto en el que fue confirmado ese mismo año, tras el advenimiento al trono de Ramiro I.

Firmemente asentado como gobernador, a la edad de 26 años, en el año 847, Ordoño contrajo matrimonio con una noble de la región, posiblemente una hermana del conde del Bierzo, Gatón, llamada Muniadona o Muña. Dicho matrimonio tuvo una abultada descendencia, fue padre en al menos 6 ocasiones y entre sus descendientes, destaca por su importancia su hijo primogénito, el futuro Alfonso III el Magno.

Poco después de su proclamación tuvo que hacer frente a una sublevación de los vascones, los cuales contaron al parecer con el apoyo de los Banu Qasi, en aquel tiempo gobernadores de Zaragoza. A pesar de lo cual Ordoño I logró someter a los rebeldes, aunque cuando
se encontraba de regreso a Oviedo recibió la noticia de que un ejército musulmán tenía intención de atacar la región de las Vardulias. Dicho ejército no logró su propósito y se vio obligado a regresar a al-Andalus, tras ser frenado por Ordoño a las orillas del Ebro.

A pesar de sus victorias no mejoró la situación del monarca astur, ya que tras estas camp
añas el gobernador de Zaragoza, Musa ibn Musa (800-862) decidió construir una fortaleza en la ciudad de Albaida, actual Albelda, la cual suponía un enorme peligro para los intereses de Ordoño, ya que los vascones podrían aprovechar la circunstancia para unirse a los Banu Qasi en su contra. De este modo rápidamente reorganizó su ejército y se dirigió a la fortaleza, con la intención de destruirla, así tras levantar su campamento en los alrededores de la mencionada ciudad comenzó su asedio. Musa ibn Musa acudió rápidamente en auxilio de sus hombres, pero tras una dura batalla éste tuvo que retirarse mal herido y la ciudad fue arrasada.

No hay duda que la compleja situación política que se vivió en al-Andalus en aquellos años fue hábilmente aprovec
hada por Ordoño I, el cual emprendió importantes campañas para acrecentar sus dominios. En el año 854, tras producirse la sublevación de Toledo, no tardó en enviar un ejército en su auxilio, el cual fue dirigido por su cuñado el conde del Bierzo, Gatón, aunque la campaña no obtuvo el éxito que éste esperaba, ya que el propio emir cordobés, Muhammad I (823-886), acudió para sofocar la rebelión, derrotando a los ejércitos toledanos y asturianos en la batalla de Guadalete.

En una incursión por tierras de al-Andalus llego a ocupar ciudades como Salamanca o Coria, donde tomó prisionero a su gobernador y ordenó a algunos de sus hombres de co
nfianza que tomaran medidas para llevar a cabo la reconstrucción de las murallas de importantes ciudades, que aunque habían sido reconquistadas en tiempos de Alfonso I el Católico no habían sido pobladas, como es el caso de Tuy, Astorga, León o Amaya, las cuales se encontraban repobladas aproximadamente en el año 863.

Muhammad I intentó castigar la audacia del rey cristiano y envió dos expediciones sucesivas en su contra en e
l año 862 y el 863.

No se vio libr
e tampoco Ordoño de los ataques de los piratas normandos, ya que entre los años 858 y 861 éstos realizaron numerosas incursiones en la Península Ibérica, así intentaron atacar las costas gallegas, aunque fueron rechazados por el conde Pedro. De este modo podemos afirmar que los 16 años que permaneció en el poder fueron años de profunda inestabilidad, aunque gracias al gran tesón demostrado del monarca, el reino de Asturias logró ampliar notablemente sus fronteras.

Los últimos a
ños de su vida Ordoño no pudo participar activamente en las campañas defensivas llevadas a cabo en contra de los musulmanes, aunque su círculo de colaboradores siempre tuvo muy en cuenta las opiniones del monarca. Enfermo de gota, su salud se fue debilitando poco a poco, hasta que dicha enfermedad le provocó la muerte el 27 de mayo de 866, a la edad de 45 años. Fue un hombre de gran paciencia y moderación, a su muerte el trono asturiano fue ocupado por el citado Alfonso III el Magno.

Fuente: Wikipedia
EUM

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