martes, 9 de diciembre de 2008

Para María /2

El caso es que aquella tarde, cuando entro en aquel café, con la mirada huida, su ropa tan impersonal e indefinible que le permitía pasar desapercibido en cualquier lado, desde una boda hasta un entierro, nadie se fijaría en alguien así, con su eterno libro bajo el brazo, un ejemplar sobado y ajado de Las Flores del Mal de Baudelaire, su única concesión al exhibicionismo, también moderado, porque nadie se solía atrever a preguntar sobre un libro de un autor prácticamente desconocido salvo algún pequeño recuerdo reciente de unas clases de literatura olvidadas con rapidez. Se sentó en la mesa mas apartada y se dedicó a su afán mas repetido, abría su libro por la pagina 74 y releía machaconamente la pagina mientras disimuladamente observaba el movimiento de la gente del café a través del minúsculo hueco que había entre sus gafas y sus ojos. Así pasaba horas, y así tuvo la oportunidad de saber de memoria los versos de la página 74, desconociendo la página 75, y por muchas más profundas razones la pagina 73.

Una mujer joven, de edad indefinida, pero identificada por él como de su edad, de mirada limpia y profunda, con una sonrisa verdadera pintada siempre en su boca, de pequeña estatura y manos inquietas, le saludó, y le pregunto qué iba a tomar. El se volvió a enamorar de una desconocida, solía ocurrirle varias veces al día, en un tic involuntario que le obligaba a enamorarse de cualquier mujer que le dirigía la palabra, para, a continuación, imaginar la vida de ella, recrearla, inventarle una nueva acorde con sus gustos, y después abandonarla. Todo ello solo existía en su imaginación, pero era mucho mas divertido que la observación de los demás mirando al libro.
Pidió un café y ella se fue, no tardó mucho en volver, cuando él ya estaba a punto de abandonarla en su imaginación, y de repente, ella, en vez de decirle el precio de su consumición le dijo las palabras mágicas: "permíteme una pregunta, ¿lees a Baudelaire porque es un magnifico poeta anticuado, o porque tu también tienes una carencia afectiva?"
© 2008 jjb

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