viernes, 19 de diciembre de 2008

Amor adoptado /3

Eduardo, mi amigo, el conductor del director del Teatro Real, que no me da una entrada para amigos y conocidos así le pase por la tortura malaya, varios días después me sorprendió aún más. Me contó que había estado toda la semana yendo a buscar al hotel a un compositor alemán que estaba muy enfermo, y que le tenía que llevar en coche los escasos cien metros escasos que separaban su hotel del Teatro Real. Coño, si es el que ha salido en El País, y su novio me contó que era su hijo, menuda historia. Y Eduardo me dijo la realidad, que supera la ficción. Eran pareja efectivamente desde hacia muchos años, Hans Werner Henze era un joven muy atractivo y un compositor precoz, a los 12 años comenzó a componer, era atractivo, y muy solicitado en su país natal, Alemania, Una actriz, de cierta fama se enamoró de él, le persiguió, y un día él le tuvo que decir la cruda realidad, a él le gustaban los hombres, aunque apreciaba su amor. Era un amor imposible. Era tal el amor de aquella joven por el maestro, que se suicidó, y fue un escándalo en la sociedad alemana de la época. Al maestro Henze le afectó muchísimo la noticia, hasta el punto de cancelar todos sus compromisos y tomarse un año sabático, en un momento de su viaje fue a Italia, donde conoció a Fausto y comenzaron una historia de amor y convivencia que superó los términos de la aventura. En aquel entonces Fausto era un jovencísimo y atractivo muchacho italiano, el maestro fijó su domicilio en Italia y no volvieron a separarse.

La ley italiana no contemplaba la unión legal de personas del mismo sexo, y el maestro no quería que su fortuna se viera negada a aquel que había estado a su lado casi toda la vida, por eso hicieron una triquiñuela legal y un bello gesto de amor, la ley le permitió adoptar legalmente a Fausto ya crecido, y en ese acto Fausto adoptó el nombre de Fausto Moroni Henze, legalmente el único heredero de la fortuna del maestro, realmente el reconocimiento de lo que las leyes no reconocen.

Pero aún hubo más fondo en esa historia, porque en 2006 Fausto, con 63 años, falleció en Italia junto al maestro, no pudo heredar cantidad alguno, solo el cariño y el reconocimiento, y dejó a Hans Werner Henze de nuevo en la mas terrible soledad sin amado y sin hijo, sin apoyos en los que sujetarse, ni ojos que vieran por él. Sus sinfonías sonarán más tristes después de aquel día porque el maestro aún vive a finales de 2008 a sus 82 años, con su mala salud de hierro.

Allá en el cielo, o en el infierno, de los proscritos no tardarán en volverse a reunir Werner y Fausto y recordarán despacito cada página de una vida a la que no le faltó nada.

© 2008 jjb

2 comentarios:

megat dijo...

your blog very beautiful and more info ,make me excited. Congratulation!!.I come again

Gemma dijo...

Puede ser,que de repente algo no te importe demasiado...que intentan involucrarte y en realidad lo unico que deseas es dejar de escuchar una historia que,en realidad,lo unico que te importa de ella,es que acabe lo suficientemente rapido como para dejarte seguir con tus propios pensamientos,cosa que no haces saber,simplemente por educacion.Pero en algun momento de esa historia,algo despierta tu interes,no sabes muy bien que es,pero ya no te es tan indiferente y vas descubriendo detalles o un pequeño dato que de repente da sentido al resto.Y a pesar que en el fondo,saber lo que realmente paso,no es mas que simple curiosidad,acabas por intentar juntar los pedazos de ese puzzle.