jueves, 8 de abril de 2010

Sancha /12

La vida en Palacio se recuperó de aquel trágico incidente, las cosas volvieron a su cauce. Pero tanto volvieron a su cauce que el rey se reveló como fiel y directo sucesor de su abuela, con ciertos matices.

El rey fue teniendo hijos con su esposa con una frecuencia testaruda, uno por año desde el año siguiente a su boda y con la única excepción de 1912 año en el que la reina Ena no tuvo un vástago. Pero todos los demás años desde 1907 a 1914 parió la reina a sus hijos.

Alfonso nació hemofílico y siempre estuvo enfermo, renunció a sus derechos sucesorios y se casó con una mujer cubana de la que se divorció a los pocos años de casarse, después se casó con otra cubana y aquel matrimonio sólo duró un año. Al poco de divorciarse por segunda vez, conduciendo su coche por Miami se estrelló contra una cabina en un accidente que no parecía excesivamente grave, pero una hemorragia interna imposible de ser cortada por su propia enfermedad acabó con su vida un aciago 6 de Septiembre de 1938 y Sancha le lloró esa noche.

Jaime perdió el oído debido a una intervención quirúrgica siendo todavía un niño. Forzado por su padre renunció a sus derechos en 1933 y desde entonces fue aspirante al trono de Francia utilizando el titulo de Duque de Anjou. Se casó con Enmanuella de Dampierre con la que tuvo dos hijos, Alfonso y Gonzalo, de la que se divorció posiblemente debido a sus infidelidades y su fidelidad al alcohol, para casarse posteriormente en segundas nupcias. Jaime siempre intentó revocar su decisión de renuncia al trono, y sólo cedió cuando su hijo se casó con una nieta de Franco, pero por poco tiempo porque hasta su muerte siguió intentando por todos los medios que su hijo Alfonso fuera nombrado por Franco sucesor a la corona, pero murió en Suiza sin conseguirlo, y Sancha también le lloró.

La infanta Beatriz casó con Alessandro Torlonia, príncipe italiano y murió feliz en el año 2002.

Fernando nació muerto en el año 1910 y Sancha lloró esa noche.

María Cristina se casó con Eugenio Marone y murió en 1996.

Juan, al que siguiendo la costumbre de la corona, le pusieron de nombre en la pila bautismal Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso y al que llamaban todos Juanito, a quien las carambolas del destino decidieron que fuera a él a quienes fueran a parar los derechos sucesorios de la corona de España. Y esas mismas carambolas le impidieron ser rey y ver desde su atalaya como su padre perdió la corona y su hijo fue coronado, a quien años después Sancha conoció de niño paseándose con sus amas por la plaza de Oriente y después recordó.

Y Gonzalo, nacido hemofílico también, marcó un estigma que jamás olvidó la reina, el rey ni los más allegados. Siendo muy joven, apenas 20 años, en Austria, tras un pequeño accidente de trafico falleció a consecuencia de una hemorragia interna imposible de atajar debido a su enfermedad. Años después su hermano mayor moriría en Miami por exactamente las mismas causas y todos pensaron en el destino divino. Su madre, Ena, se sintió culpable pues era consciente de la desgraciada herencia hereditaria que ella aportaba a algunos de sus hijos y Sancha lloró a aquel niño que murió prematuramente en el exilio Real.

Pero el rey Alfonso a pesar de la prolífica descendencia con su esposa tuvo tiempo también de tener una extensa descendencia fuera de su matrimonio, las voces mas conservadoras, los casos documentados, la más escuetas cuentas del adulterio contabilizan al menos cinco hijos mas.



© 2010 jjb

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