viernes, 13 de noviembre de 2009

Verónica /36

¿Qué te puedo decir? Te he echado mucho de menos y te veo feliz. Sé que aquello fue muy chocante por muchas razones y sé que había un complot contra ti. Sé que Verónica se portó mal y sé por tu cara que aquello que teníamos, fuera lo que fuera, se acabó y me alegro, pero quería hablar contigo no para buscar culpables sino para que aquello no acabara así, que nos guardáramos el cariño y el respeto que después de todo queda entre dos amigos.

Lola yo lo pasé muy mal, me sentía traicionado, un juguete, una marioneta, lo sé, pero no era yo quien movía los hilos, no sólo eso, yo no sabía que aquello estaba pasando, yo no conocía nada de toda esa historia, en la que si lo piensas profundamente fui yo tu víctima y ajena a todo aquello, pero es igual, lo importante es que aquello está superado, que creo verte con ilusión, creo que todo va por buen camino.

Sí, respondió él, tengo una pareja, por primera vez estoy pensando en una relación más estable, más seria, y sí, las cosas van por muy buen camino, ¿y tú?, háblame de ti, yo también bien, Verónica me lo explicó todo, lo mal que se había portado contigo y sinceramente no se lo toleré, cortamos nuestra relación, pero después por una serie de circunstancias pasado el tiempo, volvió, insistió y me ganó, y somos como tú dices una pareja seria, todo lo seria que puede ser con una loca como Verónica.

¿Tú eres consciente que todo aquello pasó hace ya más de dos años?, madre mía, dos años, cómo pasa el tiempo, y parece que fue ayer, parecemos dos viejecitos hablando de sus batallas. Y rieron, sin medias sonrisas, rieron liberando la tensión que el reencuentro había generado y que el tono sosegado de la conversación de dos amigos había logrado superar. Estaban distendidos hablando y él se dio cuenta que por segunda vez en toda su relación con Lola su impulso sexual era menor a sus ganas de hablar con ella, quería saber tantas cosas y sobre todo tenía mucha curiosidad por Verónica, por la mala, por su compañera como Lola decía y él no lograba asimilar.

Qué de cosas han pasado en dos años y qué poco nos hemos dado cuenta, eso decían, que la vida es lo que nos pasa mientras nosotros pensamos en otras cosas, es cierto. ¿Cómo es tu chica?, es muy guapa, es callada como tú a veces pero con mucho carácter otras, sabe medir las dosis conmigo y me ha llevado al huerto, lo que más te sorprenderá de ella es su nombre, se llama Verónica, ella rió, ya sé cuál es tu principal preferencia en cuanto a mujeres, que se llame Verónica, y volvió a reír esta vez acompañada por él, son guiños del destino, bromas que te hace la vida, nunca se sabe, y Verónica Lola, tu Verónica, cómo está, bien, parece que un poco más asentada, incluso a veces se avergüenza por haberte hecho lo que te hizo, pero enseguida se le pasa. Vivimos bien, quizás haya gente a la que aún le choque nuestra relación, pero nosotras estamos curadas de espanto y la verdad es que nos da igual, no le damos la más mínima importancia.

Fue muy duro para mí Lola, tardé meses en levantar la cabeza, me sentía humillado, sentía que se habían movido mis pilares, que no tenía razones para levantarme todos los días, fue muy duro y fue muy largo.

También para mí, y además sabía que no debía llamarte, que si tú no me llamabas era mejor dejar pasar el tiempo.Sola, con Verónica insistiendo e insistiendo, pero cerrando las puertas a todo y a todos, también fue para mí muy duro y muy largo, y créeme, para mí lo fue más porque me vi engañada por las dos personas que más quería.

© 2009 jjb

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