Hijo del rey asturiano Fruela I y de la cautiva vasca Munia, debió esperar largo tiempo y cuatro reinados hasta que en 791 pudo ser él coronado, después de haber sido apartado del trono en 768 y depu

Se dedicó a reforzar las estructuras internas del reino, labor que habitualmente se ha sintetizado en una frase de la Crónica Albeldense sobre su reinado: "Omnemque gotorum ordinem, sicuti Toleto fuerat, tam in eclesia quam palatio in Ovetao cuncta statuit" (“Y todo el ceremonial de los godos, tal como había sido en Toledo, lo restauró por entero en Oviedo, tanto en la Iglesia como en el Palacio”)
Alonso II, según este ideal, creó el Palatium, una nueva corte inspirada en el Aula regia visigoda pero más rudimentaria, con unos próceres o magnates (consejeros laicos y eclesiásticos) un mayordomo (rector del palacio) un notario, un strator o caballerizo y uno o varios condes palaciegos (comitiva real, probablemente sin función definida). Al frente de cada una de las mandationes (divisiones territoriales) existentes colocó un iudex o conde con atribuciones militares y judiciales. En el campo de la justicia aplicó, con limitaciones, el uso del Forum iudicum, una variante del Liber iudiciorum visigodo.
Alonso II no realizó nuevas conquistas, de modo que las dimensiones de su reino fueron las que tenía bajo sus inmediatos predecesores: de Galicia a Álava y Castilla, con las montañas como frontera sur en líneas generales (se suele hablar ya para esta época de la existen

Reconstruyó y engrandeció Oviedo, la “nueva Toledo”, según un verdadero plan monumental, utilizando un estilo constructivo inspirado directamente en modelos romanos (renovatio). Fueron estos los orígenes del arte asturiano. Así, edificó un palacio que incluía la Cámara Santa (capilla relicario que existe aún hoy, donde se guardaban, además de reliquias traídas del sur, la valiosa Cruz de los Ángeles donada por el rey el año 808, y que fue lugar de peregrinación), con la catedral de San Salvador al norte y junto a esta la iglesia-panteón real de Santa María del Rey Casto y la de San Juan Bautista (hoy San Pelayo). Al suroeste, la iglesia de San Tirso. En el lado contrario estaba el monasterio de San Vicente, primitivo origen de la ciudad y por tanto anterior a Alonso II; también lo eran el palacio y la catedral, pero en este caso el monarca los levantó de nuevo casi por completo. Todo este conjunto estaba rodeado por una muralla. Fuera de ella, pero en las proximidades, la iglesia y residencia regia de San Julián de los Prados (Santullano), una de las muestras más importantes del arte prerrománico asturiano y algo más apartadas, las de San Pedro de Nora y Santa María de Bendones.
En la revitalizaci

Fuente: EUM
Wikipedia

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