viernes, 11 de diciembre de 2009

Hablar por hablar / 15

Antonio de verdad, habla con alguien, sigue el programa, el chat está al rojo vivo de palabras de ánimo para que veas la realidad de otro modo, para hacerte ver que las cosas siempre tienen solución. Gracias Macarena, pero yo sé que no, sé que esto no tiene solución, gracias a todos, adiós. Y comenzó un inquietante pitido de llamada perdida, de argumentos perdidos, una tremenda sensación de que aquel asunto llevaba trazas de acabar mal, de que de nada habían servido las palabras de ánimo, la mano tendida a quien pedía ayuda.

Joaquín se quedó con una profunda sensación de vacío, con la convicción de aquel hombre estaba hablando en serio, muy en serio, y sin saber qué se le podía decir a quien no quería escuchar sino su propia pena repetida y aumentada. No le daba pena, sentía impotencia porque no sabía qué podría hacer él para sacarle de su laberinto. No era de llamar a los programas, jamás lo había hecho, incluso en el chat tampoco decía nada y se limitaba a leer lo que otros decían, pero tampoco tenía nada que decir en este caso, porque era imposible para él pensar que podría hacerle ver más claro a alguien lo que no veía.

Las intervenciones de otras personas siguieron hablando del caso que había impactado aquella noche, todos con peor o mejor suerte querían darle ánimos, querían sin decirlo que no se suicidara, pero Joaquín se dio cuenta que siempre utilizaban eufemismos, no te vayas, no nos dejes, recapacita, nadie decía no te mates, parecía que el mero hecho de decirlo podría animarle o quizás convocar los peores augurios, todos hablaban con miedo, con palabras de cariño, con ganas de que no ocurriera nada.

Juana de Toledo, buena noches, hola, yo quería hablar de otra cosa pero he oído a Antonio y me he quedado de piedra, con lo bien que está vivir, con la cantidad de motivos que hay para vivir y este hombre se quiere quitar del medio al primer problema, con la cantidad de chicas que le estarán esperando, con los hijos que podrá tener, con lo bueno que es saber estar aquí y que hay días malos y días buenos, hay que vivirlos todos, porque los días malos son la entrada a los días buenos.

Y Joaquín oía palabras que él podría haber suscrito, un poco de sensatez, menos espectacular que lo otro, pero era cierto, hay muchísimas mas razones para vivir que para no hacerlo, jamás se lo había planteado pero así era, era una verdad de Perogrullo, pero esta mujer la estaba diciendo en el momento oportuno y Joaquín pensó que aquella sí podía ser la vía, si es que Antonio seguía o quería escuchar palabras sensatas, en vez de seguir perdido en su negra visión de la realidad.

Juana, te dicen los chatines que te apoyan en lo que dices, lucas675 dice que lo que dices no son palabras es la vida, chiquitina te dice que firma tus palabras punto por punto, claro, es así, no nos podemos arrugar a las primeras de cambio, hay que ir hacia adelante, pero no son palabras, es la verdad, hombre cada cual tenemos nuestro carácter y a lo mejor Antonio necesita un poco de ayuda, pero hay que ir hacia adelante, para atrás ni para coger carrerilla, siempre hacia adelante.

Gracias Juana, Luis de Teruel, y seguían entrando oyentes que no presentaba sus propios casos sino que opinaban y aconsejaban a aquel hombre que desesperado había mantenido despiertos a todos los oyentes hasta el final del programa, como Joaquín que miró inquieto el reloj y vio que hoy no se había dormido cuando solía hacerlo, estaban cercanos a las cuatro y dentro de unas pocas horas tendría problemas con su madre a la hora de levantarse, pero había estado muy interesante.

Coincidiendo con las señales horarias de las cuatro, cuando empezaba el servicio informativo, Joaquín se sumió en un profundo sueño que no duraría mucho tiempo.

© 2009 jjb

votar

Add to Technorati Favorites

No hay comentarios: